Cambios.

Salgo de mi casa, bajo tres escalones, me miro en el espejo, una, dos, tres veces, como siempre; me arreglo el cuello de la camisa que siempre se queda torcido y me subo laa gafas con el meñique. Me recojo el pelo en una de mis orejas, la derecha, me miro los zapatos, el izquierdo siempre se queda mas de lado.
Abro la puerta que da a la calle y aunque mi rutina siempre sea la misma, día tras día la misma pantomima, la calle la encuentro cambiada.
Algo así como un lavado de cara, más limpia, más nueva... más.
¿Por qué todo cambia a mi alrededor y yo sigo igual?
Porque los cambios dan miedo, no te gusta que te cambien el horario o que te cambie la forma de usar una aplicación del mobil, no quieres que cambie el semáforo mientras estas pasando ni que cambie tu pareja, o tu amigo... Los cambios son duros y por eso muchas veces me decido por no cambiar, por seguir igual... pero... seguir ¿en qué? tampoco cambiará mi vida si sigo así.