Vida.

Conduzco por la carretera, en mi campo de visión solo veo carretera, carretera y más carretera. No hay coches.
A lado y lado encuentro tierra como mucho, alcanzo a ver un pequeño árbol a lo lejos.
Subo un poco el volumen de la radio, escucho jazz, una voz de la mujer que canta me cala dentro. Muy dentro.
Canta con el corazón y eso se nota.
Empiezan a caer gotas. Llueve.
Adoro cuando llueve y conduzco, me hace pensar.
Necesito pensar, pensar sobre mí, sobre ti y tal vez en un nosotros.
Tamborileo con mis delicados dedos el volante ya que la carretera sigue sin acabarse, esa carretera parece mi vida... sabes que esta ahi, no se si encontraré algún coche que me acompañe en la travesía, tengo momentos de sol y de lluvia y entre tanta tierra siempre surge algo bonito.